Somos lo que comemos, en gran parte. Así que me pareció importante crear esta sección.

Hay tanta variedad de «cosas comestibles» en el mercado, y tanto bombardeo a través de los medios de comunicación que estamos más perdidos que nunca acerca de qué y cómo debemos comer. A veces parece que nos regimos por modas. Como en otros aspectos de la vida, a veces hacemos más caso a lo que nos dicen de afuera que a lo que escuchamos desde dentro.

Agrupo en tres los motivos que creo que nos han hecho llegar a esta situación:

– En la Era de la Supervivencia la mayoría de trabajos eran físicos, era necesario comer en abundancia. Ahora ya no necesitamos tanta cantidad de comida ni comer con tanta frecuencia, pero en muchos casos seguimos con estos hábitos heredados, por lo que para muchos el deporte se ha convertido en casi una adicción para mantenerse sanos. Otros mantienen estos hábitos heredados sumados a esta nueva vida semi-sedentaria y lo pagan gradualmente con salud.

– Sin darnos cuenta, muchas veces comemos para no enfrentarnos a nuestras emociones. Estamos nerviosos, y en vez de ocuparnos de entender y solucionar el motivo, de mirar hacia adentro, comemos. Porque comer relaja la mente. Toda la actividad se va al estómago y el resto del cuerpo baja su ritmo.

– El tercer y último motivo es el miedo de los fabricantes de la industria alimentaria. Cada vez se producen más «cosas comestibles» adictivas, para convertir a los consumidores en dependientes de estas cosas, y así los fabricantes aseguran sus ventas a largo plazo. Y también se nos bombardea con la idea de que hay que comer determinados alimentos, con determinadas vitaminas, minerales… para no desnutrirnos… ¿Desde cuándo ha hecho falta añadir calcio industrialmente a un alimento? ¿Cuándo antes en la historia ha habido tantos problemas de osteoporosis?

Tras darme cuenta de todo esto, personalmente descubrí que yo nunca comía porque sintiera hambre real… sino que casi siempre comía por uno de estos tres motivos.

En cuanto a mis hábitos alimentarios, siempre había sentido que estaba haciendo algo mal. Tenía la antigua creencia de «Es que yo tiendo a engordar. Está en los genes». Pero no sabía cómo liberarme de estos antiguos hábitos, miedos y creencias.

Nunca acudí a un dietista porque la idea de que me indicaran cuántos gramos de qué determinado alimento comer en cada momento del día me horrorizaba. Demasiadas reglas me abruman.

Hasta que un día conocí a Neus y me acompañó en esta parte del camino, me hizo verlo todo con claridad, con pocas reglas, casi ninguna… , la más importante: ESCÚCHATE. La comparto:

El higienismo es un estilo de vida que divulga un conjunto de hábitos saludables, regidos por las leyes de la naturaleza, con el fin de cooperar y cuidar la Vida. Mucho más allá de un estilo de alimentación.

Posibilidad de curso y/o sesiones no presenciales.

Web: http://www.neustamarindo.com/

Contacto: neustamarindo@gmail.com / telf. 696 752 989

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